13
Dic
Ingredientes
1/2 cochinillo castellano (2kg.)
Manteca de cerdo
Perejil
4-5 dientes de ajo.
Sal gorda, pimienta negra.
4-5 hojas de laurel.
Agua.
Patatas.
1 cebolla grande.
Preparación
Calculemos sobre la base de seis personas, para lo que necesitaremos medio cochinillo castellano, unos dos kilos y algo. No obstante, le daremos un repaso por si queda algo de pelo, que procederemos a chamuscar. Lo lavamos bien bajo el chorro del grifo y lo secamos bien con un paño limpio. Ahora, pinchamos la piel en diversos lugares con una aguja. Así evitaremos que cuando lo asemos, la piel se abombe.
Tenemos dos opciones, por un lado, podemos untar el cochinillo con manteca de cerdo; o bien en un mortero, majamos un buen puñado de perejil, cuatro dientes de ajo y unos granos de pimienta negra. Lo mezclamos bien con manteca de cerdo y con este preparado untamos el cochinillo. Lo salamos con sal gorda.
Pre-calentamos el horno a 180 grados, y mientras toma temperatura, untamos también con manteca de cerdo una fuente de horno y en su base colocamos cuatro o cinco hojas de laurel y por último el cochinillo con la piel hacia abajo. Añadimos un vaso de agua y lo dejamos hacerse 45 minutos, regándolo de vez en cuando con su propio jugo.
Pasado ese tiempo podemos darle la vuelta al cochinillo sin más, o podemos aprovechar para poner en la base de la fuente unas patatas cortadas en rodajas de medio centímetro de espesor y una cebolla grande cortada en aros. Como quieran, pero si añaden patatas, tengan en cuenta que absorverán el líquido, por lo que deberemos añadir otro medio vaso de agua para que nos quede salsa al final de la preparación.
Hechas estas operaciones, lo tenemos otros 45 minutos con la piel hacia arriba, o hasta que veamos que adquiere un fuerte color bronceado, y ya tenemos el cochinillo listo para comer. Una buena ensalada de lechuga y tomate sin más, !y a la mesa!.
El acompañamiento de las patatas es perfecto, aunque podemos hacer aparte un puré de manzanas reineta, o un puré de castañas, opciones ambas que le van muy bien.
Variación: Para ser fieles al estilo castellano, deberíamos haber puesto en el fondo de la fuente unas ramas de laurel, sin hojas. Pero como no siempre es fácil tener laurel en rama.